1.- Recuperando la conexión con Stan y Swami....
La otra noche, mientras estaba en un descanso entre las
clases pasando el rato, empecé a mirar las fotos de ballet colgadas en la pared
( doy clases en una escuela de ballet ) Estas fotos eran todas de un excelente
equipo de ballet ruso. De cualquier
manera, en la clase, Mayte también puso
fotos mías con Stan y con Swami (ambos ya fallecidos). Así que al final terminé
mirado esas fotos también pero sentí como si algo estuviese apagado. Por alguna
razón, no podía sentir conexión alguna con ellos ( Stan y Swamiji). Sentía que
las fotos no eran suficiente, había una desconexión. Era un poco extraño.
Quiero decir que yo conocía bien a estos hombres , bueno .... Salíamos juntos mucho!
Pero las fotos no me hablaban. Todo era como un sueño que se había ido olvidando
poco a poco con el tiempo. Así que el próximo día, recordando el extraño
suceso, saqué un DVD y comencé a verles y .... Bamm ... sólo escuchando sus
voces, ocurrió. Todo volvió , la conexión estaba allí de nuevo y bella. Eso es
lo que le faltaba a la noche anterior, el sonido de sus voces y de su carácter.
Sólo con escuchar a Stan , diciendo “Serio ... serio ...” Puso una gran sonrisa
en mi cara. Nuestra conexión seguía allí y sólida. Sentía como si fuese ayer
cuando estábamos juntos ..... Lo mismo con Swami, sólo escucharlo diciendo “En
el suelo, el codo, está en el suelo” o ,
“con la palma toca tu cara, te estoy diciendo que toques, toca, no estás
tocando” ... ¡Wow! Sentí como si todo estuviese bien con el mundo otra vez ....
por lo menos por esa tarde.
2.- Sobre Nei Gong: Ceder.
Algo que escribió Kano, que encaja muy bien en la práctica
del empuje de manos. Uno de los principios del judo es que un oponente más
fuerte puede ser derrotado al utilizar su fuerza en contra de sí mismo. El
profesor Kano explicaba cómo en ceder hay fuerza : "Supongamos que se estima
la fuerza de un hombre en unidades de uno. Digamos que la fuerza de este hombre
es de 10 unidades, mientras que mi fuerza, menor que la suya, es de 7 unidades.
Entonces, si él me empuja con todas sus fuerzas, me hará retroceder o me
lanzará, incluso si utilizo toda mi fuerza contra él. Esto sucedería si fuese
fuerza contra fuerza. Pero si en vez de oponerme a él, no me opongo (lo dejo
sin resistencia), retrocediendo mi cuerpo según él va empujando, y al mismo
tiempo, mantengo mi equilibrio, él , naturalmente, se inclinará hacia adelante
y perderá el equilibrio. En esta nueva posición, él puede llegar a ser débil
(no por fuerza física, sino por su posición incómoda y desequilibrada) con una
reducción momentánea de su fuerza a sólo 3 unidades en lugar de 10 unidades.
Mientras tanto, yo, al mantener el equilibrio, conservo mi fuerza completa,
originalmente representado por 7 unidades. He aquí, pues que en ese momento
tengo una posición más fuerte, y puedo vencer a mi oponente utilizando sólo la
mitad de mi fuerza, o sea, 3 1/2 unidades en contra de sus 3 unidades. Por lo
que deja la otra mitad de mi fuerza disponible para cualquier otro propósito.
Si tuviese más fuerza que mi oponente, podría, por supuesto, hacerlo retroceder.
Pero incluso si lo deseo y tengo el poder para hacerlo, todavía es mucho mejor primero
dejarlo pasar, porque con ello, ahorro mucha de mi energía y agoto la de mi
oponente . " Jikoro Kano
3.- Sobre Nei Gong: Posturas fijas.
Ah....
las posturas fijas de pie.... No importa con qué frecuencia las haces o los
años que lleves, es siempre lo mismo, una batalla, una guerra del poder de la
voluntad entre el reloj y uno mismo. Es más o menos siempre la misma canción y
danza, siempre miro el cronómetro, incluso aunque no piense en él, alrededor de
la marca del minuto dos. Por alguna razón mis ojos aparentar echar una ojeada
alrededor de dicho tiempo y entonces el juego comienza, un juego de voluntad,
cerca de los dos minutos es cuando digo, vale, todavía queda mucho pero puedo
conseguirlo ....., así que aguanto hasta que marca el minuto y siete segundos
aproximadamente. Ahora estoy hirviendo, mis muslos abrasando/gritando, mi
voluntad abandonada y no puedo quitar los ojos del cronómetro 1:05, 1:03 ,
1:01y todo lo que quiero hacer es erguirme, aunque sea durante unos pocos
segundos, si al menos pudiera erguirme ... Pero justo cuando estoy a punto de
tirar la toalla y levantarme, ocurre un milagro, el cronómetro de hecho me da
una pausa, un respiro, puesto que tras la marca del minuto 1:00 salta a 0:59
segundos y yo me siento animado, afortunado (¿afortunado? , sí afortunado, pues
sabes que tu cerebro piensa que tras el 1:00 viene el 0:99), así que este hito
me procura un respiro, y me mantengo, continúo ... Después 0:45, 0:40, 0:35 y
para cuando marca el 0:30, estoy muerto, agotado de nuevo, y juro que los
números se mueven, descendiendo, cada vez más y más despacio, y al llegar al
punto 0:11 segundos, me digo que es imposible, que no puedo continuar. Once
segundos, que podrían ser once minutos igualmente, no puedo hacerlo, once, segundos, son muy largos, y
juro para que se pare el reloj, empiezo a sentir pánico, no veo salida y
despacio muestra 10... 9...8...7... no veo el final, ya está, me voy a erguir, me da todo igual,
... y cuando estoy a punto de levantarme, el cronómetro suena y salva mis
piernas, todo ha terminado, terminado hasta la próxima ocasión.
4.- Sobre Tui Shou: Estructura.
"Se debe aprender a tener una estructura sólida para después tener el tiempo necesario para poder y saber empujar al adversario en la dirección correcta".