Crónica del Curso de Mario del 24-25 Enero

Hola a tod@s!!
Voy a tratar de compartir con vosotros lo que puede ser mi crónica personal del ultimo taller con Mario N. en Madrid, aclaro, que solo lo hago porque algunos me lo habéis pedido, pero no tengo ni experiencia ni estoy dotada para la escritura, así que espero que sepáis disculpar mis errores de redacción.
Los seminarios con Mario N. Siempre dan comienzo con la realización del ejercicio "la campana" movimiento que además de servir de calentamiento, contiene en si mismo todos los principios de enraizamiento necesarios para una buena ejecución del tai ji.
Se comienza con el pie izquierdo delante y nos sugiere Mario que pensemos en sostener dos cubos llenos de agua en las manos, girar con fuerza el cuerpo para hacer levantar los cubos con ausencia total de fuerza de brazos, es un movimiento centrifugo de todo el cuerpo y hay que ser perseverante y trabajarlo bien y mucho para realizarlo bien.  Luego se realiza igualmente con el pie derecho delante y se finaliza con los pies paralelos y doble apertura del ancho de hombros.
Durante ésta práctica cronometrada rigurosamente por Mario, nos habla sobre fuerza,  potencia y fórmulas. El cuenta que los chinos utilizan la formula 70-30. Es decir, suponiendo que la potencia total de una persona fuese 100 a la hora de realizar los movimientos, deberíamos usar solo el 70%  y reservar el 30% restante, para no bloquear los tejidos, debido a la concentración excesiva en la fuerza, impidiendo que la energía fluya.
Comenzamos con ejercicios de nei gong, estáticos y lentos, sobre determinados movimientos de la forma de C.M.C. y nos explica que la preparación, es como si "me preparo para saltar" si la idea de saltar está en el cuerpo y podría llevarla a cabo, la "raiz" aparece, y me permite coger la fuerza de la tierra para ser trasferida a las manos. Subir, como "acariciando el aire". Teniendo en cuenta que los hombros son el soporte de las caderas, los codos son el soporte de las rodillas y las muñecas, lo son de los tobillos. (Esto ultimo, es una cita textual de sus palabras, pero he de reconocer, que aún se me escapa de la comprensión, desde el punto de vista de la vivencia, desde lo experimentado con el cuerpo, que es como entiendo yo las cosas).
Mario, durante el seminario, no deja de hacernos regalos, casi sin darle importancia al hecho en sí, pero que recibimos como niños pequeños el día de su cumpleaños.
Otro dato muy interesante, es que para Mario, todo el trabajo, han de realizarlo, principalmente las piernas, por eso, parte de su entrenamiento, está enfocado a trabajar las piernas, con diversos ejercicios, estáticos, en movimiento, en parejas o en solitario, y todos, todos, sentimos en nuestros cuerpos el trabajo muscular.
Pensar que solo hay 3 fuerzas:  arriba, a la derecha y a la izquierda. Aunque estamos habituados a leer y escuchar, en los textos del taiji, las 8 fuerzas, no es complicado deducir que 8 son  combinaciones y mutaciones de éstas tres.
Para Mario, lo más importante en el empuje de manos es la preparación, sólo si la preparación es correcta, la reacción, será adecuada, su teoría es, que el cuerpo, sabe lo que debe y como lo debe hacer, en cambio, si dejamos actuar a la mente, el cuerpo se vuelve lento y torpe, hay que entrenar el empuje para descubrir la reacción espontánea del cuerpo, porque al principio, el cuerpo, está gobernado por la mente y no sabemos bien, que debemos hacer.
También nos dijo, que un ataque es mejor realizarlo con todo el cuerpo y no sólo con las manos.
Cuando nos habla de los grandes maestros, nos habla de la apariencia de su forma, cuando vemos a Chen Man Ching, quizás, sólo alcanzamos a ver a un anciano moverse "un poquito" o a William C.Cheng, con movimientos pequeños o planos, pero él dice, que el verdadero maestro, no enseña los cambios internos cuando realiza la forma, pero dentro de ellos, la forma es muy potente. Y dejó caer esta frase: "Las armas del estado, permanecen escondidas"
Nos habló mucho de Chen Man Ching, de su teoría sobre el taiji y el empuje, también habló de William C. Cheng, que es un referente para él, de su experiencia personal y su relación con el cuerpo, nos contó mil anécdotas curiosas y divertidas y así entre prácticas e historias, llegamos al final del taller.
Un abrazo
Luz