CRONICA DEL CURSO: FORMA y FUNCION CON MARIO NAPOLI (2008)


La ESCUELA “TAIJIQUAN STUDY GROUP” tiene el honor de ofrecer la Crónica del CURSO: “FORMA Y FUNCIÓN CON MARIO NAPOLIrealizado el 13-14 DICIEMBRE DE 2008 en Madrid por César Díaz de la Cruz 

Mientras algunos aún nos saludábamos y la gente recién llegada aún se estaba ubicando, Mario comienza contándonos acerca de una pregunta reciente que le hizo un alumno en su último curso: “La forma de Taijiquan, ¿es mejor practicarla de forma lenta o rápida?”
 
Mario responde: “no importa. Lo importante en la práctica del Taijiquan es coger un ritmo, un sentimiento, una sensación. Una vez que “lo tienes”, no importa la velocidad a la que hagas tu forma, sea cual sea. La podrás hacer unas veces lenta, y otras veces rápida, pero si tienes ese sentimiento, estarás practicando verdaderamente Taijiquan.”
 
“Aunque cada uno de vosotros practique formas diferentes, los principios que vamos a ver son válidos para todas las formas”, continua.
 
Como ya nos conocemos un poco, y debe ser que le gusta “lo bien que me maneja”, Mario me llama para que me acerque a donde él está. “Acércate aquí César, me gusta mi amigo César”, dice sonriendo.
 
“¿Puedes saltar?”, me pregunta un momento. Yo, tal y como me pide, salto.
“¿Puedes hacerlo de nuevo?”, y vuelvo a saltar de nuevo.
“¿Puedes hacerlo una vez más, por favor?”, y mientras alguno ríe, salto por tercera vez.
“¿Por qué cuando te digo que saltes, primero te hundes y te preparas, y después saltas?”
¡¡ Pues porque si no me hundo y me preparo para saltar no podría saltar !!, respondo.
 
“Eso es. Cuando alguien va a saltar, primero se prepara y se hunde para saltar, y después salta, aunque solamente le digan que salte. Es decir, en cada movimiento que realizamos, hay una preparación previa a la acción. En el Taijiquan, las posturas finales de cada movimiento que realizamos, son “el salto”, pero antes de cada uno de ellos, hay una fase previa, que podemos llamar “preparación para...”.
 
“Ahora bien. Si intentáis realizar muy despacio el gesto de saltar, podréis ver la mecánica del cuerpo para la realización del salto. Probad a hacerlo, y podréis ver como todo el cuerpo se prepara para el salto, incluidos los brazos, haciendo el típico gesto de echarlos hacia atrás. Pero fijaros en una cosa: probad a doblar las rodillas solamente y sin hundir en la cadera y probad a saltar; Muy mal, ¿Verdad?. Entonces, ¿por qué cuando hacéis vuestra forma, dobláis las rodillas en lugar de hundiros en vuestra cadera?.
 
“Realizar el movimiento de apertura de vuestra forma, como si de saltar se tratara, haciendo el gesto con todo el cuerpo y no doblando solamente las rodillas como habitualmente se hace de forma errónea.”
 
Durante un tiempo estuvimos haciendo dicho ejercicio, haciendo gestos notables la mayoría de que efectivamente realizábamos de forma errónea muchos de los movimientos de nuestra forma, doblando en exceso las rodillas y no hundiendo en nuestra cadera.
 
“Cuando en los clásicos se indica en alguna de las muchas indicaciones a la hora de ejecutar la forma que la altura del cuerpo no debe variar subiendo y bajando, se refiere, entre otras cosas a no doblar las rodillas en exceso, de forma que la altura total baje. Lo que hacemos realmente es hundir en la cadera, con lo que la parte superior del cuerpo “se inclina” ligeramente hacia delante. Aparentemente baja, pero realmente sólo se está inclinando. A esto se refieren los clásicos del Taijiquan cuando hablan de no bajar y subir mientras se realiza la forma.
 
“No tengáis miedo de ser naturales cuando hagáis vuestra forma. Eso es Taijiquan”
 
Tras un rato de pruebas y otro posterior de relax y comentarios, Mario comenta “Ahora os voy a hablar de las posturas fijas en el Taijiquan”. A mi, personalmente me entró el miedo. Ya le conocemos de Lalita, donde nos tuvo haciendo posturas fijas un día entero...
 
“Las posturas fijas en el Taijiquan son la parte Yang de la forma, y hacen referencia a la parte final de un movimiento o a la ejecución de dicho movimiento. Volviendo al ejemplo de lanzar una pelota o saltar, las posturas fijas serían el equivalente al lanzamiento de la pelota o al salto. Por esto, al realizar las posturas fijas como modo de entrenamiento, hay que partir de la posición de “prepararse para” del movimiento a realizar, y realizar dicho movimiento. Después aguantar la posición el tiempo que se pueda”
 
“Venga, solamente para entrar en calor”. Todos nos miramos diciendo: ¿entrar en calor? Si ya lo estamos ¡!! “Venga, solo dos minutos cada postura”. ¡ Dos minutos ! Solo hicimos dos posturas, una en cada pierna, y fue más que suficiente para todos...
 
Mientras sufríamos, Mario nos corregía y puntualizaba: “Pero no dejéis vuestras manos flojas, como a punto de caerse. Si vuestras piernas están aguantando peso, ¿por que las manos parecen estar flotando sin fuerza alguna?”
 
“Por ejemplo, si cogéis una pesa de 25 kg. En cada mano, y la mantienes en una postura alta, realmente tienes que mantener ese peso, aunque sea por 3 segundos, pero tienes que mantenerlas realmente sujetando ese peso”
 
“El secreto está en mantener una estructura, una actitud y focalizar en la idea de que se está sujetando un peso real”, nos comenta, mientras se escuchan gemidos de los que no pueden más. “Es difícil levantar las pesas, pero es aún mas difícil mantenerlas. Mantener ese enfoque o esa conciencia de estar sujetando un gran peso durante el tiempo que aguantéis en la postura.”
 
“Bien, ahora que ya hemos calentado, vamos a trabajar un poco de empuje” (Ya era casi la hora de ir a comer). “Por ejemplo, tú, salta un momento hacia arriba, para tocar esa lámpara” La compañera que iba a saltar, no recuerdo su nombre, primero mira la lámpara, después se prepara, y después salta para llegar a tocarla.
 
¿Veis?, ¿que ha hecho primero? Mirar. Mirar a donde quiere llegar con su salto. Esto es lo que quería decir Cheng Man Ching, cuando decía: “el Chi sigue a nuestra intención”.
 
“Por ejemplo, en el baloncesto: Si tiras el balón, ¿a donde miras y donde está tu intención? En la canasta, y además realizas una mecánica corporal con la intención de intentar conseguir que el balón vaya hacia la canasta, por lo que además de tener un enfoque, tienes algo más: un objetivo”. Y así lo hicimos. Durante el resto del día, nos pusimos por parejas, y realizamos diversos ejercicios de empuje, con dos cosas claras: la mecánica corporal y el enfoque.
 
Tanto los diferentes ejercicios como los ejemplos que nos dio nos ayudaron mucho a comprender esos conceptos que en los libros suenan muy bonitos, pero que muchos no entienden, y que otros, aunque creen entenderlos, no los saben trasladar a su cuerpo, por no experimentarlos realmente. El gesto de saltar o lanzar a canasta es lo suficientemente cercano para que cualquiera pueda entenderlo, y después cada uno traslade ese concepto a su propia práctica del Taijiquan.
 
El domingo, el entrenamiento fue similar, con nuevos ejercicios, y como no, un poquito de posturas fijas, “para calentar mas que nada”, como decía Mario. Cuando llegó la hora de terminar, todos estábamos tan inmersos en la práctica de los ejercicios y Mario en sus explicaciones, que no nos dimos ni cuenta que el curso había terminado. 
             Gracias Mario por tu claridad, su sinceridad y tu cercanía con toda la gente, y gracias a todos por vuestra asistencia.
                                                                                                                         Por César Díaz de la Cruz.